viernes, 1 de septiembre de 2017

Tanabata y Obón en Okinawa (Parte 2)


La siguiente información ha sido tomada del libro “Tootoomee Q&A” del autor Eigi Zamami (Editorial Mugisha). (Tootoomee significa butsudan en el dialecto de Okinawa)

Hoy en día, es común que se ofrenda la misma comida que se come en casa, y no las comidas que tradicionalmente se ha servido (toofu, nabo, kombu-algas, carne de cerdo, etc.)


Día 15 – Uukui / Despedida (5 de setiembre de 2017)
Es el día en que nuestros antepasados regresan a su mundo (el más “allá”), y es cuando nos despedimos de ellos. Es el día más importante de esta celebración.
Al igual que el Nakabi, se ofrece el uchato de la mañana y 3 comidas, con la diferencia que la comida es más variada, y se usa también el uchikabi.

¿Qué se ofrenda en el uukui?
·      Chukun. Es ofrecido como uchawaki (o chawakí). Consiste en 4 bandejas apilables, 2 de mochi y 2 de usanmi (9 diferentes comidas cualquier otro número impar también es aceptable como 7). (El usanmi proviene de 御三味ウサンミ) , costumbre proveniente de la China donde los mejores manjares contenían la combinación de cerdo, pollo y pescado, los 3 manjares. Las cajas apilables provienen de Japón que son generalmente cuadradas por lo que es común ver 9 (3x3) diferentes tipos de comida).
·      5 uchikabi. Es un papel que representa el dinero, y se envía (se quema) con los antepasados El número puede cambiar de acuerdo a las costumbres locales.
·      12 osenko. Otros usan 3 osenkos.


Para el uchawaki se ofrece el chukun, 4 bandejas apilables, 2 de mochi y 2 de 9 diferentes comidas: kamaboko, konyaku, etc.


¿Qué se tiene que hacer en el uukui?
Se reúne toda la familia al frente del tootoomee, y el jefe de la casa ofrende osenko, agradeciendo a todos por haber venido, y disfrutar con todos los presentes.
Luego, cada uno de los presentes ofrendan3 osenkos.

Luego de terminar con el incienso, se precede a “sacar el uhachi” (uhachi wo nuku/御初を抜く), tomando 2 o 3 mochis y 2 o 3 comidas del chawakii, voltearlos y colocarlos nuevamente sobre el plato (ver figura).
Luego se procede con la quema de los uchikabis. El jefe de la casa empieza con la quema, y le siguen los otros miembros de la familia. El papel se deja quemar en el recipiente y luego se apaga echándole un poco de licor.


 Izquierda: Uhachi, restos de osenko se ponen en el recipiente donde se quemó el uchikabi
Derecha: Antes de hacer el “usandee”, se “saca que uhachi

Por último, se hace lo más importante del uukui, el “usandee” que es cuando se retira las ofrendas del butsudan.
En el recipiente donde quemamos el uchikabi, metemos las flores, el ocha, el uhachi, el sooroo (que simboliza el ohashi explicado en la primera parte). Finalmente, mientras metemos los restos de osenko, rezamos “usanndee sabiraa” que es el agradecimiento a nuestros antepasados al compartir con nosotros las ofrendas (el chawaki luego es repartido entre todos los familiares).

Despedida en la entrada de la casa
Se lleva el recipiente donde se quemó el uchikabi al frente de la entrada de la casa, y mientras se ofrende un osenko, se agradece a los antepasados por su presencia y por su protección. Se reúne toda la familia quienes también se unen al jefe de la familia en el agradecimiento a nuestros antepasados, mientras se le pide que disfruten de los regalos preparados para la ocasión (el uchikabi, la caña de azúcar, etc.). Finalmente, se pide a los antepasados que el próximo año están siendo esperados por todos.


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¿Y porque tiene que ser un número impar?
No encontré ninguna respuesta en Google, que (casi siempre) lo sabe todo. Pero después de pensarlo, “Con Dios y con el Diablo” cree que la razón es la siguiente.

Un número par es fácil de dividir y separar. Si tengo 2 caramelos y me peleo con mi hermano, cada uno toma uno, y seguimos nuestro camino.
Si tengo solo 1 caramelo (un número impar) y me peleo con mi hermano, tengo que ponerme de acuerdo con él en cómo vamos a dividir el caramelo. Vamos a tener que conversar y conciliar.

El número par es fácil de dividir, de separar, y si usamos números pares los miembro de la familia se separan. El número impar, y en especiales los números primos, (3, 5, 7, 11, etc.), no son fáciles de dividir ni de separar; si usamos números impares los miembros de la familia permanecerán unidos.

Y la tradición del butsudán es eso: MANTENER A LA FAMILIA UNIDA.

Continuará....

Muchas gracias por leernos.

RR


sábado, 26 de agosto de 2017

Tanabata y Obón en Okinawa (Parte 1)



¿Qué se necesita?

  •        Te (Uchatu)
  •        Ofrenda comida (Uchawaki)
  •        Licor (Sake)
  •        12 inciensos (Osenko)  
Antes de ir al ohaka, oramos frente al tootoomee (butsudan). Al llegar, rezamos al Dios del lugar (hijyai-kami) agradeciendo por proteger nuestro mausoleo, colocando osenko y sake, procediendo con la limpieza.
Una vez terminada la limpieza, le pedimos a nuestros antepasados a venir a pasar con nosotros el obón, colocando osenko, sake y agua.

Luego regresamos a casa, y en el tootoomee ponemos como ofrenda el uchawaki, uchatu, sake y 12 osenkos, mientras rezamos por nuestros antepasados.


Obón


En el calendario lunar, el 13 de Julio es el “unkee”, el 14 de Julio es “nakabi” y el 15, es el “uukui”, los 3 días de celebración con nuestros antepasados.
En esos 3 días, se ofrenda en el tootoomee comida, se atiende a los antepasados que han venido, y se reza por la salud de la familia, pidiendo la protección de nuestros antepasados.
Junto con el año nuevo, son las 2 celebraciones más grande con los antepasados.
Antes de ir a recoger a las almas de nuestros antepasados, se limpia el butsudan, y el ihai. Durante los 3 días, se colocan las 3 comidas en el butsudan.


Día 13 – Unkee (3 de setiembre de 2017)

Hay diferentes costumbres dependiendo del lugar, algunos van a ohaka a recoger a sus antepasados, otros dan la bienvenida en la entrada de la casa.

En este día, se va a recoger a los antepasados por la tarde; y por la mañana se limpia el butsudan y el ihai (siendo el único día de año en que se puede hacer una limpieza general), y se instala las lámparas. Por lo general, las lámparas se dejan encendidas los 3 días que dura el obón.
  
Si van al ohaka, se requiere de agua, sake, ocha, 12 osenkos.
Se ofrenda el licor al Dios de lugar, informándole que se hoy es el día del unkee y se coloca un osenko.

Luego, se ofrenda agua, licor, y osenko, pidiendo a los antepasados que vengan a la celebración.







Si reciben a los antepasados en la entrada de la casa, se colocan velas o lamparitas de bambú a los 2 lados de la entrada. Se requiere 12 osenkos, colocándose al centro de la entrada, y toda la familia, mirando hacia fuera, junta las manos, y se reza para que vengan las almas de los antepasados.

A la hora de las oraciones, no es necesario “cantar” ni utilizar palabras especiales. Es suficiente usar sus propias palabras para pedir desde lo más profundo de nuestro corazón, que nuestros antepasados vengan a celebrar, junto a toda la familia que se ha reunido para esta ocasión, el 13 de Julio.




¿Que se ofrenda?

Ocha, agua, frutas pequeñas en un recipiente (manzana, naranja), sandia y piña, caña de azúcar (2 pares largos que simbolizan bastones y 2 amarres de 7 cortos), ganshina (donde se colocan las frutas grandes) y osenko.

(El autor de libro ofrenda 12 osenkos, pero otras personas acostumbran a colocar la mitad de 3 osenkos)



Las ofrendas se dejan a los 2 lados del butsudan. Ver dibujo.

Para la cena, se ofrece el unkee-jyuushii (ウンケージューシー), el tradicional jyuushiime. Y como ohashi, se colocan 2 tallos de sooroo (Lespedeza o trébol japonés).

Una vez recibido a los antepasados, el jefe de la casa empieza con la ofrenda de osenko agradeciendo a los antepasados por venir, luego le siguen las otras personas presentes, pidiendo bienestar para toda la familia.


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Estimado lector, no se sienta mal si no conoce muy bien estas costumbres. En el Okinawa mismo, muchas personas no saben que hay que hacer en estas festividades; pero en las tiendas, ya tienen todo preparado, inclusive con explicaciones de que se tiene que ofrendar (lease comprar).


En los supermercados, reparten folletos explicativos del obón.


Ganshinaa - El antepasado lo usará para llevarse sus regalos sobre su cabeza

Guusan-uuji - Servirá de bastón para el camino de regreso

Uuji - Caña de azúcar que se llevan de regalo

Continuará...

Muchas gracias por leernos.

RR





viernes, 23 de septiembre de 2016

La Doctora Argenta


Lectura recomendada para mayores de 30 años. Historia real, los nombres de los personajes han sido cambiados.



Al terminar la universidad, el primer empleo que pensé tomar con seriedad era una empresa que había crecido exponencialmente. Corría el año 1,994. Con la captura de la cúpula terrorista, y el inicio de las privatizaciones, muchas empresas aprovecharon el acceso al crédito, y se sentía un ambiente de gran optimismo en el sector empresarial. Si bien era cierto que la empresa crecía en ventas y utilidades, el número de empleados no era estable, pues todos los meses renunciaban empleados, casi al mismo ritmo con el que se contrataba nuevo personal. Esta rotación de personal, hacía que los nuevos proyectos se atrasen, la calidad de los productos no sea estable, y muchos otros problemas organizacionales.



Hugo, Paco y Luis, los 3 gerentes y dueños de la empresa mostraron su preocupación ante esta situación, por lo que deciden, después de muchos otros intentos por mejorar la situación, contratar a la Dra. Argenta.



Para explicar la situación de la empresa, creo que bastaría con explicar cómo fue mi primera semana en dicha empresa. Pasaba por la oficina de Hugo, el hermano mayor, de repente se abre la puerta, y al ser la primera persona al que ve, me pide 5 copias de un documento. Tomo el documento, voy a la fotocopiadora más cercana, y cuando estuve colocando el documento en la máquina, Paco, el segundo hermano, y me pregunta que estoy haciendo con dicho documento, ya que era algo no relacionado con mi trabajo. Al explicarle a Paco que fue Hugo quien me pidió las copias, me pide que le devuelva el documento a Hugo, y que le diga que yo no he sido contratado para sacar copias. Contesté afirmativamente, pero por supuesto que no tenía el valor suficiente para decirle a Hugo algo parecido, así que decido ir a la otra fotocopiadora, ubicada en la sección de Contabilidad. Después de sacar las copias, saliendo de dicha sección, me encuentro con Luis, el hermano menor y mi jefe, quien me dice que no debería estar paseando por todos lados.



La Dra. Argenta, una psicóloga argentina, evaluó a un grupo de 12 personas en el que estaba incluido, de un total de unos 80 empleados. Los hermanos consideraban que las 12 personas evaluadas serian, en un futuro cercano, los próximos responsables de tomar las riendas de la empresa. La Dra. nos explicó que la gerencia le pidió que nos evaluara, puesto que los hermanos querían hacer crecer la empresa, pero sin los recursos humanos idóneos, pensaban que el crecimiento era más lento de lo que esperaban.

Durante 2 días enteros, nos hicieron una serie de exámenes, nada fuera de lo común; entrevistas personales, juego de roles donde actuábamos a ser uno de los hermanos, etc.



Después de terminado los 2 largos días, pues muchos estábamos más preocupados por el trabajo acumulado que por los resultados de esta evaluación, la Dra. Argenta nos reunió para informarnos los resultados. La Dra. empezó por decirnos que todos habíamos aprobado la evaluación, no había nadie por debajo del promedio, y que todos nosotros éramos personas con capacidad para dirigir un grupo de personas sin problemas. Muchos mostraron en sus rostros expresiones de alivio. “Déjenme hacerles 3 preguntas” prosiguió la Dra.

-        La primera pregunta que quiero hacerles es ”¿Uds. se sienten a gusto en esta empresa?”

Todos nos miramos unos a los otros, moviendo la cabeza de un lado a otro, contestando negativamente a la pregunta.

-        La siguiente pregunta es “¿Uds. se sienten capaces de salir a buscar otro trabajo ahora mismo?”.

Nuevamente, todos nos miramos unos a los otros, esta vez el movimiento de cabeza era vertical, contestando afirmativamente la pregunta.

-        Y la tercera y última pregunta es “¿Alguien los obliga a trabajar aquí? ¿Alguien les pone una pistola en la cabeza para trabajar aquí?”

Esta vez, nadie miro a nadie, y todos respondieron negativamente a la pregunta.



La Dra. Argenta miro a cada uno a los ojos por más de un segundo en silencio. Yo que estaba sentado en la última fila, note que nadie evito la mirada severa de la Dra. Una vez que la Dra. vio fijamente a los ojos a la última persona, con su dejo argentino, la Dra. nos dijo “En-ton-ces que mi-er-da ha-cen a-quí!”.

“Si este trabajo les jode el hígado, se sienten frustrados, se pelean con su pareja y familiares porque están de mal humor, entonces, váyanse a buscar otro trabajo, ¿no creen? Uds. ya me dijeron que nadie los obliga a trabajar y que se sienten capaces de encontrar otro trabajo. Están aquí por decisión propia, de nadie más”.



Continuo la Dra. “Eso sí, si se quedan a trabajar en esta empresa, Uds. ya saben que los dueños tienen el derecho de tomar las decisiones, y Uds. no tienen otra opción que empujar el auto”.



Todos nos quedamos en silencio. Nadie comento nada y se dio por terminada la sesión. Yo renuncie a esa empresa a los 2 meses, siendo el primero del grupo en renunciar. Después de medio año, la segunda persona del grupo renunció. Los 10 restantes se quedaron en la empresa por varios años más.

Nadie, absolutamente nadie, pensaba que la Dra. nos iba a decir algo así. Muchos esperábamos un discurso a lo Miguel Cornejo (de moda en esa época). La frialdad y crudeza con la que se dirigió a nosotros fue impactante, al menos para mí, en una de mis primeras experiencias laborales.



Recomiendo esta lectura a los mayores de 30 años. Creo que este tipo de experiencia, como en mi caso, apenas saliendo de la universidad, me abrió los ojos a muy temprana edad. Yo recomendaría a los jóvenes que, si se encuentran en una situación parecida, aprendan a ser flexibles consigo mismos; que entiendan que en el mundo real, encontrarán una diversidad de personas, cada una con una forma de pensar distinta; que todos cometemos errores y tenemos que aceptarlos y aprender de ellos. Queremos cambiar el mundo, pero no queremos cambiar nosotros mismos.  



Muchas gracias por leernos.



PD.   Y la última persona de ese grupo, con la que todavía tengo comunicación, dejó esa empresa el año pasado. después de 21 años, llegando a ser Gerente General. ¨Otsukaresama deshita¨ (expresión en japonés que es utilizada cuando alguien termina una labor, como forma de agradecimiento por su esfuerzo y sacrificio) y suerte en tus nuevos proyectos.




lunes, 25 de mayo de 2015

El okaeshi

Para pensar: Okaeshi


       Para los que no hemos crecido en Japón, existe una costumbre difícil de explicar: el OKAESHI. La palabra okaeshi, proviene del verbo kaesu, que significa devolver.

       Cuando uno es invitado a un matrimonio, por ejemplo, asiste a la ceremonia o a la fiesta de celebración, llevando un obsequio, sea material o en efectivo. Sin embargo, los recién casados, devuelven el obsequio con otro, un Okaeshi.

        Al visitar a un amigo al hospital, uno lleva una pequeña ayuda económica para paliar los gastos que se puedan presentar intempestivamente. Sin embargo, la familia del hospitalizado, envía un obsequio luego, como Okaeshi.

       Yo te regalo, tú me devuelves. Difícil de entender y difícil de explicar. Algunos dicen que a los japoneses no les gustan tener deudas, que quieren estar en armonía con las personas a su alrededor, y muchas otras cosas más. El siguiente relato, me hizo pensar que en realidad, el okaeshi tuvo otro origen.
— ¿Te enteraste que Yamamoto-san tuvo un accidente? —me preguntó Julio.
— Sí, me enteré. Como no puedo ir a visitarlo al hospital, le pedí a Augusto que llevara por mí un sobre de omimae (御見舞え visita a enfermos) —respondí.
— ¿Al flaco Augusto? No has escuchado que pide plata a todo el mundo. Anda metido en el pachinko.
—No me digas, espero que no me la haga —dije, mientras rogaba por dentro que Augusto no se fuera a gastar el dinero.

     No vi al flaco Augusto por dos semanas. Ya me parecía sospechoso. Pero, todas mis sospechas se desvanecieron cuando llegó el OKAESHI a casa. Yamamoto-san salió del hospital, y nos envió el okaeshi respectivo.

      Ahora sí, entiendo la importancia del okaeshi.


     Muchas gracias por tomarse la molestia de leernos.

RR