miércoles, 9 de octubre de 2013

Diálogos con mi Maestro: OMOIYARI (思いやり)

Un reciente diálogo con mi maestro de artes marciales y yo.

Al terminar la práctica del día, mi maestro dice:
-    Hoy has estado distraído. ¿En qué has estado pensando?
Ah… este… bueno… en muchas cosas que no tienen relación con lo que practicamos contesto algo sorprendido.
-    Si te puedo ayudar en algo, me encantaría…
-    Tal vez me pueda ayudar. Estuve conversando con unos amigos del por qué jóvenes de nuestro alrededor están abandonando los estudios; los padres se esfuerzan mucho para enviarlos a la secundaria superior, y muchos simplemente abandonan los estudios.

Unos días atrás, un amigo de la familia comentaba que su hijo se negaba a seguir estudiando, a pesar de que nunca tuvo problemas de rendimiento ni de hostigamiento, ni en la primaria ni en la secundaria.

-    ¿Qué pasaría si siempre te quejas de este dojo y traes a tus hijos a practicar? - añadió el maestro.
-    Si me quejaría de este dojo, simplemente no vendría, y nos los traería tampoco.
-    ¿Y qué pasaría si tuvieras que enviarlos obligatoriamente? -insistió.
-    No tendría otra opción, y los enviaría.
-    ¿Y tú crees que tus hijos continuarían o dejarían el dojo?
-    O se aburrirían, o se revelarían, pero tarde o temprano dejarían de venir.
-    ¿Ahora entiendes lo que te quiero decir?

Pensé: “Si me quejo del dojo, mis hijos observarán que el venir no tiene importancia; si queremos que nuestros hijos continúen con sus estudios, deberíamos mostrarles la importancia de asistir a la escuela”.

-        Tal vez… ¿Me quiere decir que el problema no está en los hijos, sino en los padres? - pregunté.
-      Efectivamente. Si nuestros hijos están siempre observando que no estamos conformes con algo, terminarán en contra de eso.
-      Entonces, ¿qué debemos hacer? ¿No quejarnos?
-      Primero, no criticar delante de los hijos y dejarlos que ellos se formen su propia opinión. Y segundo, antes de criticar, debemos de tratar de entender el por qué de las cosas, viendo las cosas desde el punto de vista del otro. A eso le llamamos OMOIYARI —思いやり—consideración, empatía.
-      Gracias Maestro. La lección de hoy ha sido muy valiosa.

Muchas gracias por tomarse la molestia de leernos.

RR


 Artículo publicado en Kantod.com el 9 de octubre de 2013.