martes, 30 de octubre de 2012

KAJIMAYA- 97 años


Conversando con mi abuela (OBA) cuando tenía, tal vez, 6 años.

YO :   Oba, ¿y donde está tu mamá?
OBA :  Mi mamá ya murió. Ella murió cuando yo era chica.
YO :   Ah...y entonces, ¿Quien te cuidaba de chica?
OBA :  Mi hermana mayor. Ella era como 10 años mayor que yo, y fue como mi mamá.
YO :   ¿Y ella donde está?
OBA :  En Okinawa. Su esposo y su hijo murieron en la guerra. Vive sola, pero ella es bien fuerte, nos crió a todos los hermanos solita.
YO :   ¿Y algún día la conoceré?
OBA :  Ya te ha dicho tu Oji (abuelo) que tú siempre sales con la tuya, si tu quieres conocerla, la conocerás.
-----------------------------------------------------


Octubre 1,992. La hermana mayor de mi Oba, llamémosla la tía, cumplía 97 años de edad. Por casualidad, o ahora que lo pienso mejor, por gracia divina, mi madre se encontraba en Okinawa. Toda la familia se encontraba haciendo los preparativos para la fiesta del nonagésimo séptimo cumpleaños; y por lo que me contaba mi madre, la fiesta iba a ser a todo dar.

Dentro de la tradición Okinawense, la celebración de los 13, 25, 37, 49, 61, 73, 85 y 97 años son especiales. Al igual que el horóscopo (tanto el Oriental como el Occidental) que contiene 12 signos/símbolos, la celebración de los cumpleaños es en base a un ciclo de 12 años. Estos cumpleaños son llamados トゥシビー/Tushibii, en japonés 年日, la persona que esta en su “año” y en las celebraciones se le augura buena salud y mucha suerte.

La celebración de los 97 años se celebra el 7 de setiembre (Noveno mes séptimo día - 97- 97) del antiguo calendario (calendario lunar). Esta celebración es conocida como KAJIMAYA-ヤジマヤ, escribiéndose en japonés 風車-kazaguruma y significa “Molino de viento”. El molino de viento representa un juguete, se dice que la persona vuelve a renacer volviendo a ser niño. Como parte de la celebración, la agasajada es llevada en un “corso” en un auto abierto (camionetas en muchos casos) por las calles del vecindario, y todos los vecinos salen a felicitar al cumpleañero.

Mi madre me insinuó que debería estar presente en aquella celebración, al cual acepté sin la menor duda. Estar presente en un Kajimaya- sería una experiencia nueva. Cuando llegué a la fiesta, me dijeron que tenía que hablar, dar unas palabras en honor de la agasajada, la tía. Cuando miré hacia arriba buscando algún pretexto, me dijeron que sabían que yo venía desde el otro lado del mundo, por lo que me perdonarían cualquier falta que tuviese. Ya estaba allí, así que lo mejor era tomar alguna medida para esta situación de emergencia, me tomé un vaso de awamori, el licor de Okinawa. Inmediatamente, me dieron hasta ganas de bailar el “kachashi” pero me tuve que contener, ya que todavía no era el momento. Era el momento de hablar. Si no me equivoco, dije algo así como:
“Buenas noches a todos. Es para mi un honor estar en este lugar para celebrar los 97 años de la tía. Mi oba ya me había hablado de la tía, de lo fuerte que era y que mi Oba la consideraba, más que un hermana, su madre. Y ahora que mi madre se encuentra en Okinawa, mi madre me cuenta que conocer a la tía, fue como conocer a su abuela. La gran mayoría de los niseis, los hijos de los Japoneses que salieron fuera del Japón a buscar un futuro mejor, no conocieron a sus abuelos, pues sus abuelos se quedaron aquí. Los niseis solo conocen el amor de sus padres, pero no de sus abuelos. Yo como sansei, si tuve la suerte de conocer a mis abuelos. Es por eso que, veo que mi madre está doblemente contenta, por conocer a su tía, y conocer a su abuela”.

------------------------------------------------------

En enero de 2,007, soñé que mi Oba me preguntaba cuando iba a regresar, lo que me hizo recordar una de las últimas conversaciones que tuvimos:

YO :   Oba, me voy a Japón a trabajar. Cuídate mucho.
OBA :  Cuídate tu también. Allá hace mucho frío, no como Uchina.
YO :   No se preocupe, solo va ser por 2 años.
OBA :  ¿2 años? Tu ya no regresar.
YO :   ¿Por que?
OBA :  Porque cuando nosotros viniendo, también pensó solo unos años nomas. Después guerra empezó, tu tía, tu mamá, fueron colegio nacional, no queriendo aprender japonés, así que quedo nomas. Tu ya queda allá seguro.
YO :   ...(Los años de experiencia de mi Oba fueron los que hablaron. Me quedé sin habla.)


Tres meses después, en abril de ese año, volví a tener el mismo sueño. Mi Oba permanecía en cama, ya no podía caminar, así que decidimos viajar a ver a mi Oba. Arreglamos los pasajes, los permisos en el trabajo, etc. Llegamos en los primeros días del mes de julio. Mi Oba se fue al cielo 6 días antes de que llegáramos.

Muchas Gracias por tomarse la molestia de leerme.

RR


martes, 23 de octubre de 2012

Para pensar: ¿Son las guerras inevitables?



Vivimos días que nunca antes habíamos imaginado. La segunda y tercera economías más grandes del planeta, China y Japón respectivamente, están en fricciones por unas pequeñas islas.

Creo que (casi) nadie quiere una guerra, la historia nos enseña que la guerra solo trae sufrimiento y destrucción; sin embargo, el ser humano siempre ha estado de guerra en guerra. Pero lo que no nos damos cuenta, es que, sin querer o sin saber, todos los días estamos envueltos en actividades que de alguna manera tienen relación con las guerras. Veamos.

Juegos Olímpicos. El sueño de todos los deportistas es llegar a competir en los Juegos Olímpicos siendo la maratón la prueba representativa. Cuenta la historia que Filípides corrió 42 Km para anunciar el triunfo de una guerra; otra versión es que recorrió 200 Km para pedir ayuda durante una batalla que estaban perdiendo para morir inmediatamente luego de llegar. Sea cual fuere la verdadera historia, la maratón se corre emulando un incidente de una batalla.

Himno Nacional. Los himnos nacionales son cantados en casi todas las ceremonias oficiales, y la aceptamos simplemente como la música oficial del país. Lo que no nos damos cuenta es que, según Wikipedia, muchos de los actuales himnos “adquirieron esa función después de conmemorar algún acontecimiento militar”. Por supuesto que depende del contenido del himno de cada país, pero en muchos casos, solo estamos entonando una canción que quizás inconscientemente nos está alentando a ir a la guerra.

Educación. Alvin Toffler, autor de los libros “La Tercera Ola” y “El Shock del Futuro”, sostiene que le sistema educativo público de las grandes potencias mundiales está diseñado para satisfacer las necesidades de cada país. Lamentablemente, las grandes potencias mundiales también necesitan mano de obra barata para las fábricas así como recursos humanos que no requieren de mucha preparación intelectual. Aunque Alvin Toffler no lo menciona explícitamente, creo que también se refiere a los futuros soldados dispuestos a dar la vida por su país.

Monumentos históricos. Hay muchos motivos por lo que se construyen monumentos, invirtiéndose dinero y recursos en grandes obras arquitectónicas de gran envergadura, donde se puede apreciar el ingenio y esfuerzo del ser humano. Dentro de la lista de “Patrimonio de la Humanidad” dela Unesco encontramos algunos relacionados a conflictos bélicos, tales como fortificaciones (de Panamá, La Habana-Cuba, Samaipata-Bolivia, Cartagena de Indias-Colombia, la Gran Muralla China, etc.)


Como vemos, sin querer, los resultados de los conflicto bélicos están a nuestro alrededor, por lo general, sin saber, las aceptamos y aprobamos. Ahora que ya lo sabemos, si queremos empezar a evitar las guerras o por lo menos, minimizarlas, pensemos bien antes de cantar el himno, o ir a visitar algún monumento histórico.

Muchas gracias por tomarse la molestia de leernos.

RR